sábado, 13 de octubre de 2012

Primer mes.

Llevo tanto sin escribir que me cuesta bastante condensar las vivencias de las últimas semanas de un modo claro y comprensible. Haré un intento: ya he comenzado oficialmente la universidad. Oficialmente no quiere decir realmente, porque la verdad es que he ido a un par de clases. Aquí se dice que hay que dejar un margen de un mes para empezar a ir en plan asiduo y yo estoy cumpliendo las costumbres italianas de un modo riguroso xD . El curso de italiano está terminado (y probablemente suspenso) tras un examen turbio y tortuoso que prefiero no recordar. La vida aquí es un bucle eterno: cama-comida-kalimotxo- bici-piazza verdi- cama- comida- kalimotxo- bici- piazza verdi. De vez en cuando la rutina se resquebraja, y aparecen el limoncello y el horror, y se vuelve a la rutina para evitar más recuerdos vergonzosos y pestilentes. Entre trago y siesta voy descubriendo poco a poco la ciudad. La verdad es que engancha bastante. La primera impresión de Bologna es hóstil y sucia, pero basta sumergirse un poco en sus calles para enamorarse de los rincones con encanto que regala a todo aquel que tiene la paciencia y el tiempo para perderse en ella (Dios, qué de folleto turístico moñas ha quedado esto xD). Pero eso, que mola bastante y en bici aún más. A mí compi ya se la han robado. Si la media de duración de las bicicletas es de 15 días me auguro muchas lágrimas y muy poco dinero, porque ya no me imagino la vida sin ella. A nivel cultural la ciudad es una pasada. Todos los fines de semana el centro está cortado al tráfico y hay conciertos o teatros callejeros en casi todas las calles importantes. Además hay bastantes centros sociales. Aunque el precio sigue siendo desórbitado respecto a Madrid, la verdad es que los servicios y las instalaciones que ofrecen también están años luz. El viernes pasado estuvimos en un concierto de Bad Manners en el Laboratorio Crash, un CSO de aquí. En España sería impensable un concierto suyo en Tabacalera o El Dragón.
Ya he hecho mi primera excursión fuera de la ciudad (aunque no con el ESN, aún no he utilizado la tarjeta, la verdad que el típico ambiente erasmus me da bastante pereza). Fui con Cecilia, una mejicana amiga de Merkel, a Ferrara a un congreso internacional de periodismo. Es una especie de feria que dura tres días y a la que acuden figuras relacionadas con el ámbito de la cultura y el activismo social para dar su visión acerca de la función del periodismo actualmente. Creo que aprendí más en esa tarde que en un mes en la uc3m (o en la unibo, por las pocas clases que he visto, aquí también la carrera de periodismo es hueca y redundante). Estuvimos en una conferencia de David Graeber, el activista que acuñó la expresión "somos el 99%" en la que habló sobre occupy Wall Street y las revoluciones actuales. Había también mogollón de ciclos de cine, conferencias, teatros y conciertos. Lo único malo era que estaba tan lleno de gente que era muy difícil conseguir ver nada bien. La ciudad de Ferrara no me decía nada a priori y la verdad es que ha sido todo un descubrimiento. Ya os llevaré a aquellxs que vengáis a visitarme :) Además tiene un "mercato" incluso mejor que el de Bologna. Los mercatos son los mercadillos de aquí; son bastante diferentes a los de España dado que venden todo lo imaginable: desde viejas fotografias de familia  hasta oxidados juguetes de latón, pasando por máquinas de fotos de principios del siglo XX. Yo me compré por tres euros y medio dos jerséis y cuatro pañuelos (evidentemente, todos de segunda mano). Otro mundo. Otro mundo que mola mucho. :)
Voy a dejar de escribir, que de tocho va bien por hoy. 
En dos semanas voy a Madrid a pasar unos días allí. La verdad que aunque aquí estoy bien me apetece bastante. Echo de menos a mucha gente, pero sobre todo a mi ahijada (que cumple ya un año, puff :S), las tapas espontáneas en el Roda, las noches en Malasaña y las tardes tontas en Lavapiés. Espero tener una buena dosis de todo eso cuando vuelva, así que empezad a organizar planes chachis, coleguis ajaja.
Un beso grande y muchos abrazos blanditos. Sacadle jugo a los días y escupid al gris de la ciudad. Aquí hay rojo. Mucho rojo. ¡Besos rojos!