lunes, 10 de septiembre de 2012

Prefacio

 Septiembre 2012.

Bolonia es conocida como la ciudad roja. No se debe tanto al color característico de sus fachadas, (sí, esas que sudan y se descascarillan bajo los 43ºC con los que la conocí) como a la ideología política inherente a su historia. Bolonia es conocida como la ciudad roja y roja también (rojo ira) está mi cara mientras emprendo la agónica tarea de buscar piso aquí. Más adelante haré una entrada más extensa para prevenir a futuros Erasmus, pero de momento y ya de vuelta en Madrid tras los 5 días más intensos y cansados del verano sólo puedo alegrarme por haber encontrado un piso bastante decente a un precio digno y relativamente cerca del centro. En esta semana he experimentado un abanico de emociones que pueden resumirse en un odio profundo con ramalazos de envidia aguda a todos mis amigos/conocidos de la universidad que también se van de Erasmus  ya los que sus universidades de acogida les tramitaban el lugar de residencia. Hijos de puta. De mi grupo, sólo dos personas buscamos piso por nuestra cuenta. Una soy yo, medio calva del estrés y todo tensa y nervosa. El otro ya está de vuelta en Getafe. Para quedarse ahí para siempre. Bendito Erasmus. 

1 comentario:

  1. Yo también me acordaré de ti cuando mi baño, compartido con toda una puta planta, me robe la intimidad jajajaja Sin rencoris, eh <3

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