Estos días han sido bastante, quizás para mí demasiado, tranquilos. Podría destacar la noche del sábado pasado: era la noche del jazz en Bolonia y la ciudad estaba llena de conciertos gratuitos al aire libre. Nosotros fuimos a uno de Spaghuetti Swing , un grupo italiano que toca sobre la tipica mesa de cuadros rojos y blancos, llena de comida. Mientras suena la música, algunos integrantes cocinan platos tipicos italianos y en la última canción (una versión de la BSO de "La vita è bella") el musicococinero lanzó spaghettis al aire. Todo un show, la verdad. Después fuimos a casa de unos amigos de Merkel que vivían en el mitico piso erasmus. Éstos tienen un grupo de rock fastante famosillo aquí, Eroi della notte, y estuvimos allá bebiendo y tocando música. Cuando tocaron la canción que he adjuntado recordé el "nunca seremos tan jóvenes como esta noche" y fue el primer momento que disfrute intensamente aquí. El domingo teníamos que hacer unos deberes para el curso por la ciudad y a Merkel (sí, es la co-protagonista de mi vida aquí) le robaron el bolso. Para olvidarlo fuimos al supermerkado a comprar mucha comida para comer, beber y olvidar el terrible suceso. Y después volvimos a mi casa. Nos pillamos un ciego muy absurdo ella, mi compi, la japonesa y yo que comenzó a la hora de comer y se prolongó hasta la madrugada. Bastante guay, la verdad.
Aquí empezó todo.
De nivel etílico voy bastante guay, pero a horarios raros. Existen las litronas de San Miguel aquí (lo que me sorprendió bastante) y entre eso, los shoortinos (así llaman a los chupitos) y las copas gratis a las raggazze se puede emborrachar uno a un precio, no digamos barato, pero digno. La que va bien sbronzza (beoda) es mi compi. Cuando el lunes a la noche llegué a casa de quedar con Carla (fue guay verla después de tanto tiempo y me ha regalado charlas chachis y un cuaderno para que vaya plasmando mi aventura) la encontré sola en la cama riendo con una botella cuasi vacía de vino que me hizo acabarme a mí. Me quedé un poco confusa, la verdad. Por lo demás es una tía chachi è divertente, ya nos vamos entendiendo mejor y tenemos bastantes cosas en común (aunque no el concepto del ahorro: temo la factura del agua y la luz, la temo de veras.)
No sé qué más contar. Ya he firmado oficialmente el contrato y hecho casi todos los interminables trámites interminables mierdas interminables burrocracias interminables de la puta Unibo.
Os dejo, amiguitos, que me he propuesto que hoy sea un día productivo.
Pd: prometo tratar de actualizar antes la próxima vez.
Pd: os echo de menos. Queda mal que una pseudodura como yo lo diga. Pero es así :)
Besos lentos, abrazos blanditos y dejad que fluya, que diría yo (sí, va por tí, Ele jaja).
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